Se conocían desde niños, «desde Primaria, hasta la Comunión la hicimos juntos». «Íbamos juntos en el pasillo», reconoce Javier incluso en las fotos de ese día tan especial aparecen los dos. Pero claro, en esa época no podían imaginar que acabarían siendo pareja.
De coincidir en la pandilla de amigos en Osuna, con 11 ó 12 años, Marta y Javier acabaron dándose cuenta de que estaban enamorados. «Quién nos iba a decir que eso iba a traer tanta cola», recuerda Marta riéndose, y de ahí a poner la fecha de boda y enredarse con todos los preparativos.
El vestido Marta, con unas preciosas aplicaciones en los puños y en la cintura, y con falda de brocado, se lo realizaron en Frank Sarabia. Los zapatos, de Membur y como joyas, su anillo de pedida y los pendientes que le regalaron sus suegros con motivo del compromiso, de la Joyería Santamaría.
El ramo quería que fuera sencillo pero a la vez con un toque de originalidad en las flores, así que lo encargó en Cártamo, jugando con distintas tonalidades pero con las rosas blancas como protagonistas.
Javier eligió chaqué de Álvaro Moreno, con chalequillo gris y corbata en azul con pequeños motivos en blanco.
La espectacular Colegiata de Osuna fue el templo en el que celebraron su enlace, y la fiesta en la Hacienda Chambergo, en Écija, en plena campiña sevillana, contando con el servicio del Cátering Miguel Ángel. Si la finca es bonita, quedó aún más vistosa con el trabajo de MR Eventos, de Écija, que se encargó del seating, de la decoración o de la mesa de chucherías y tabaco.
Los divertidísimos Turbo Bikini Tornados fueron los encargados de animar la barra libre, aunque poco hacía falta para que esta pareja y todas los que los acompañaban lo pasaran genial.
Y para el video, tuvimos la suerte de que confiaran en el equipo Cocatoo. Como siempre decimos, lo mejor de Cocatoo son todas y cada una de las parejas que, como Marta y Javier, depositan en nosotros la responsabilidad de ser testigos de un día tan especial e irrepetible como es el de su boda. Así que nada más que podemos daros las gracias, por abrirnos las puertas de vuestra casa, hacernos sentir como parte de la familia y, sobre todo, por dejarnos contar vuestra historia.
Lo sentimos, el formulario de comentarios está cerrado en este momento.